Dios quiere manifestarse contigo, pero prefiere que confíes en él.
En la vida cristiana es común que relacionemos a Dios con la buena vida (Dinero, Salud, etc) ... ¡Gran Error! Al momento que llegamos a Jesús como nuestro salvador debemos tener la certeza de que lo que vivimos es exactamente un mensaje de lo que quiere nuestro Dios que vivamos.
En español como sería eso: Tienes un problema económico. Ahora bien, pides al señor que te ayude, que te quite aquello que te está haciendo sufrir, pero imagina que en lugar de que le pidas, le agradezcas, le digas que te ponga sus ojos para que sepas lo que vives desde el espíritu.
Cómo lograr tal hazaña de fe: Simple, adóralo cualquiera que sea tu situación, si sufres adóralo, si lloras, adóralo, si tienes o no tienes adóralo... verás que la vida es mucho más bella cuando tu fe crece de tal forma.
Algunos llegamos a considerar que la vida se vive aquí y ahora, y es muy cierto, pero de que gocemos de la prescencia de nuestro Padre ahora es decisión de cada uno de nosotros. Dios quiere, pero tú, te animas?
Es hora de que des un giro radical a tu vida, crée, ahí está la magia de la vida.
Seas lo que seas, maestro, profesionista, empleado, mujer, hombre... Cualquiera que sea tu lugar donde vives, es necesario aceptar la prescencia de Dios, pero no conformarnos; existe un reino que nos da cosas más reales, no temporales.
Te inivitó a que hagas lo siguiente, inténtalo nada pierdes... Cierra tus ojos y declara con voz entendible lo siguiente "Jesús te aceptó como mi señor y salvador, ven a mí que te necesito". Créeme que nada será igual.
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