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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Leyes de la Vida y La Existencia.

A ti, ¿Quién te gustaría que te juzgue?

Todos estamos inmersos en leyes, eso en una realidad. Pero no todos sabemos que existen opciones que nos dan la oportunidad de elegir a qué leyes queremos estar determinados.
         
        1.-Ley Humana.
Y bueno, esta es simple. Es en la que estamos inmersos todos en todo momento. Su fuerte es el ojo por ojo y diente por diente, ya que sus cimientos históricos están en las reglas del viejo testamento, en que según como te comportabas sería tu paga y según cometieras errores sería tu castigo.
Antes lo había definido Newton en una de sus leyes, la tercera para ser específicos. Tal ley la denomino acción reacción, y determino que la reacción será de la misma magnitud que la acción, esto es, y de modo más cotidiano, un suceso se castiga de la misma forma y del mismo grado que fue la falta.
En este tipo de ley existe un enorme problema: cambia constantemente y lo peor, cambia a beneficio de algunos. Como la ley humana es hecha por humanos, entonces la ley puede ser imperfecta. Además, tiene el límite de nunca ser totalmente verdadera, debido a que la verdad de cada humano es tan finita que siempre chocaría con la verdad de otra persona.
Es por ello que necesitamos tener una verdad absoluta, y no solo eso, que también sea perfecta, superior a todos los humanos. Es ahí donde la verdad de Dios entra. Imagínense que somos tan pequeños que la inteligencia humana no entiende a Dios, es imposible. Es como preguntarle  a una célula de nuestro cuerpo si su capacidad de inteligencia es similar a todo nuestro cuerpo, totalmente ilógico. Pero Dios nos permite conocerla, vivirla e incluso disfrutarla en vida.
Es bien necesario, que aunque a veces no lo aceptamos, existe una verdad suprema, un Dios perfecto que siempre busca de nosotros aunque nosotros de él ni preguntemos. 
       2.-La ley de Dios sobre los hombres
Este tipo de ley es fuerte para quien no se atreve a dejar su vida pasada, sus afanes pasados. Imaginen a una persona que es muy afanada con el dinero, y pretende llegar a Dios pero sin dejar su interés de dinero. Es en estos casos donde la ley de Dios llega a ser de sufrimiento. Y escrito está “la ley no es para los justos, sino para los desobediente y transgresores, los homicidas, los fornicarios…”.
Otro caso en que este tipo de ley aplica es cuando decidimos entrar en Dios, pero solo en la iglesia como espacio físico. Tipos de personas que los domingos son blancas palomitas, pero el resto de la semana son personas que para nada se les identifica como hijos de Dios.
Escrito está “por sus obras los conoceréis”. Pero no nos asustemos, cuando aceptamos a Jesús y a Dios por consiguiente, ya somos salvos, porque es regalo de dios, no por nosotros. El problema es la siguiente pregunta: ¿queremos comenzar a disfrutar el gozo de Dios, su alegría, sus bendiciones en este momento? Pues es ahí donde las obras de uno aplican. Cuando nuestra persona agrada a Dios, el busca la manera de gratificarnos. Y he ahí la siguiente ley.
             3.-La gracia de Jesús.
Es la ley más hermosa que puede existir cuando uno está dispuesto a seguir a Dios sobre todas las cosas. Es cuando la ley de Dios es un gozo en nosotros debido a que conocemos el reino de los cielos, sabemos perfectamente diferenciar entre riquezas en la tierra y riquezas en el reino de los cielos, y claro, cuando preferimos las riquezas con Dios.
Algunos dirán que es ilógico, pero créanme, no hay mejor forma de vivir que siendo hijo de Dios, pero no solo su hijo, sino un hijo que le agrada a su padre. En ocasiones uno piensa que el estilo de vida es perfecto, y pues no. Dios quiere hijos íntegros, no perfectos. Recordemos que solo uno es perfecto: Jesús.
A veces nos castigamos mucho por nuestros errores, y eso es algo ilógico. Suena muy mal pero en algunas religiones eso es lo que predican: el castigo por tus actos. Caray, ¡ni Jesús vino a juzgar! Dios sabe perfectamente como es nuestro corazón, y Él sabe perfectamente como nos esforzamos para quitar nuestras debilidades.
Es un camino largo la vida, y tú eliges si quieres vivirla en gozo, como una gran reto en que cada vez es mejor el dominio propio de ti mismo o bien si quieres constantemente llegar al quebranto para elegir a Dios.
Finalmente, RAE define justicia como “Atributo de Dios por el cual ordena todas las cosas en número, peso o medida. Ordinariamente se entiende por la divina disposición con que castiga o premia, según merece cada uno”… Decídete, como te gustaría que Dios te vea y te juzgue.

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